Conocí la danza oriental en 2001, cuando viajé a Turquía junto con algunos compañeros de la universidad. Allí, en una de las cuevas de la Capadoccia asistí a uno de esos espectáculos para turistas que vienen incluidos en el lote del viaje. No pensé que de aquella noche pudiera surgir una afición tan fuerte pero lo cierto es que al poco de volver a Madrid ya tomaba clases de danza tribal con la norteamericana Kerensa De Mars.

La danza tribal en mi caso no fue elección sino casualidad; por entonces ni siquiera sabía diferenciar el estilo oriental del tribal pero los horarios de Kerensa me venían bien y tenía buenas referencias sobre ella. Dos años después el estilo tribal era parte sustancial de mi vida y Kerensa partía a EEUU para instalarse allí indefinidamente. Con su marcha tuve que reiniciar mi búsqueda de clases pero encontrar profesora de tribal fue una tarea más complicada de lo que imaginé en un principio...

En aquella época me empezaba a picar el gusanillo de bailar delante de la gente así que empecé por las reuniones con mis amigos, el Café Moderno y la tetería El Basha. Al mismo tiempo unas compañeras me animaron a abrir un grupito de danza, de esta manera podía mantener y mejorar mis conocimientos por un lado y por otro dejar un trabajo mucho más sacrificado y peor pagado (aunque igualmente digno).

De izq a dcha: Carmela (un encanto de mujer), Rocío (la amenizadora), Cristina (ahora vive en la isla Reunión!) y yo.
Sentadas: Kika (recientemente Sra. Watson ) y Mónica (un gusto exquisito para el vestuario)

Mi clase derivó en más clases y en cursillos específicos que seguí tomando para complementar mi formación: danza oriental, velo, sable, crótalos y bastón con diversos profesores de la talla de Ana Saeeda (a quien por cierto estaré siempre agradecida por el apoyo que me brindó desde aquellas primeras actuaciones, hace ya mucho tiempo, en el Café Moderno y en El Basha), Mohamed El Sayed, Eva Chacón, Hossam y Serena Ramzy, Fatima Fahima, etc. Clases de flamenco, danza africana con Sonia Sampayo, hindú con Haua Shannan, Florencia Pivel y Gloria Mandelik y danza contemporánea con Francesc Bravo.

Con Carolina Grandela tuve un primer contacto con la danza zíngara en un taller precioso que impartió en Madrid. Gracias a ella mi interés fue en aumento y en la actualidad sigo aprendiendo, creando y enseñando este estilo a mis alumnas.

Hanin. Danza zíngara.

A finales de 2003 hice un trato con Elena Juez (Leena Qadi), de www.aprendedanzaoriental.com; quedaríamos todas las semanas para intercambiar estilos de danza. Fruto de ese intercambio fue la ampliación de conocimientos por parte de las dos y muchas cañas compartidas. Desde 2005 formamos parte de la Compañía Hanin junto con Mohamed El Sayed, Cristina Gadea, Paloma Fdz Villa, Nadia Corazón y María Almendros, y hemos presentado nuestro espectáculo, Orient Expresión, en diversas provincias españolas.

Aproximadamente en aquellas fechas empecé a bailar en la tetería El Zoco y a impartir talleres por España (Barcelona, San Sebastián, La Coruña, Valencia, Zaragoza, Cádiz, Burgos,...) o el extranjero (El Cairo, Agosto de 2005, Portalegre, Septiembre de 2006).

Participé también en diversos espectáculos, lo que me dió la oportunidad de conocer a grandes bailarinas y aprender un poquito más de ellas (Orientallove, Enigmas, Habitando el Tiempo, III Festival de Danza del Vientre de La Coruña, Eternas, Alkhimia, Gira Aeini-A-leek, Gira "De El Cairo a Bagdag", presentación de BellySurDance`06 en Madrid, Sala Heineken, Solace Live, Egyptian Odissey,...)

En la actualidad, además de Hanin, formo parte de la compañía Luna de Oriente y recientemente hemos presentado nuestro espectáculo Orient Connection en el Teatro de Madrid.